domingo, 2 de diciembre de 2012

Cerrando un año, diciembre 2012

Hemos llegado al mes de diciembre y ha sido un poco larga mi ausencia del blog  en estos últimos meses, desde la muerte de mi padre en septiembre pasado he estado tratando de reponerme y gracias a Dios lo he ido conseguiendo poco a poco.

Una cosa es entender el sentido de la muerte desde un punto de vista teórico y espiritual y otro vivenciarlo y aprender a aplicar esos conceptos que manejamos de que la muerte es sólo una transición a un espacio de luz donde realmente se halla nuestro Hogar, ese desde donde hemos venido y al cual todos regresaremos al morir.

La muerte de mi padre, quien era un guía, un apoyo, un faro de luz en mi vida, me dejó por algunos meses sumida en una profunda tristeza, de esas tristezas del alma, de esas que nos hace doler la vida y que nos paraliza en cierto modo, es la ausencia que mata y la ausencia que fortalece a la vez. Pero he logrado salir poco a poco de esa tristeza y retomar mi vida, esperando el momento en que me vaya a reunir con él, cuando asi lo decida nuestro Creador y cuando haya finalizado mi misión en este plano.

Sin embargo en este tiempo he estado evolucionando desde esa tristeza, aprendiendo cosas nuevas, llenando de luz mi alma, siendo la maravillosa técnica espiritual del Ho'oponopono la que más me ha ayudado a seguir adelante, no me canso de recomendar que la practiquen, es ciertamente maravilloso lo que vamos logrando al usarla, los cambios que vamos efectuando en nuestras vidas, todos para bien y para llevarnos de la mano hacia la luz.

Se cierra un año más, este año 2012 y entramos en un nuevo año que ciertamente viene cargado con nuevas energías, con mucha fuerza de luz, donde  entraremos en una nueva dimensión espiritual que nos hará estar mucho más conectados con esas fuerzas superiores que componen nuestro Universo y que son las que crean esa magia de la vida y sus maravillas, esa fuerza desde donde proviene la Luz del Amor, que es el don más preciado que se nos puede otorgar en esta existencia. Entonces deberemos estar preparados para recibir este 2013 con el corazón abierto y lleno de benevolencia, de paz, y de amor hacia nosotros mismos y hacia nuestros hermanos.

Recordemos que somos energía, somos luz, y debemos seguir brillando en ella, llenándonos de esa buena vibración que nos hace comprender que somos una pequeña parte esencial de este gran engranaje que es el Universo  y que todos cumplimos una misión en este plano, misión importante por demás.

Hoy me tropecé con la oración del maestro tibetano Djwhal Khul " La gran invocación", seguro muchos de ustedes ya la conocen, una hermosa oración que considero propicia para despedir este mes de diciembre y recibir el nuevo año 2013.  Eso me hizo recordar que algunos años atrás, algunos bastantes, fuí donde un astrólogo a hacerme una Carta Natal, ese hombre es un ser de luz, en ese entonces no lo comprendí asi porque no transitaba todavía este camino,  pero luego recordando todas sus palabras, entiendo ahora que era un hombre, o es si aún vive, especial, en ese entonces me dijo "La Gran Invocación" y como él grababa toda su consulta en un casette recuerdo que la tenía grabada con su voz, pero no la entendía como la entiendo ahora. Les dejaré un link de la página "La Hermandad Blanca", donde podrán leer sobre su origen y significado. http://hermandadblanca.org/biblioteca/la-gran-invocacion-del-maestro-tibetano/


LA GRAN INVOCACIóN
“Desde el punto de Luz en la Mente de Dios,
Que afluya luz a las mentes de los hombres;
Que la Luz descienda a la Tierra.
Desde el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que afluya amor a los corazones de los hombres;
Que Cristo retorne a la Tierra.
Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Desde el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que se realice el Plan de Amor y de Luz,
Y selle la puerta donde se halla el mal.
Que la Luz, el Amor y el Poder
restablezcan el Plan en la Tierra.”
Les dejo un fuerte abrazo en la luz, y que estas fiestas sean llenas de amor, paz y mucha benevolencia entre hermanos y familia.

Dina 

domingo, 5 de agosto de 2012

Palabras que sanan


Hoy me gustaría platicarles sobre una técnica espiritual de sanación llamada Ho'oponopono.

Es un proceso de sanación hawaiano que basado en el Amor como la fuerza más poderosa nos limpia internamente de todos esos errores que tenemos almacenados en nuestro ser, en forma de creencias,  pensamientos negativos o erróneos que nos hacen sentir mal y que no nos permiten avanzar en nuestra evolución.

El Amor tiene la capacidad  o propiedad de transmutar nuestros errores que interiormente se manifiestan en nosotros como "problemas". A través de esta técnica maravillosa logramos limpiar y transmutar todos esos patrones negativos que tenemos almacenados y que son los creadores de nuestros problemas.

Los pensamientos tóxicos que nos causan malestar son limpiados por el Ho'oponopono.

Ho'o significa "causa" en hawaiano y "ponopono" siginifica perfección, de lo que se deduce que Ho'oponopono siginifica corregir un error o rectificar un error.

Para los antiguos hawaianos los problemas comienzan en los pensamientos y los pensamientos están basados en creencias que hemos venido acumulando y/o aprendiendo de nuestros familiares, antepasados, ancestros y esos pensamientos están llenos de memorias dolorosas sobre personas, lugares o cosas.

Nosotros somos en cierto modo la suma de todas nuestras experiencias de vida,  las emociones que tenemos ligadas a las memorias incluso de otras vidas pasadas, son las que nos producen malestar, ya sea miedo, estrés, dolor, sufrimiento, ya que nuestro subconsciente por un proceso de asociación relaciona una persona o una situación con un hecho del pasado que nos causó dolor o algún malestar y al hacerlo atrae de alguna forma ese mismo dolor al presente.

Entonces el Ho'oponopono nos ayuda a purificar y limpiar esas memorias, dejando espacios en blancos que podemos llenar con luz divina lo que hace que el problema desaparezca.

El ho'oponopono fue enseñado originalmente en Hawai por Morrnah Simeona Nalamuku, ella fue una sanadora espiritual y en 1983 fue honrada como " tesoro viviente de Hawai". Ella enseñaba esta técnica en colegios,  hospitales y a muchas personas, también creó una Fundación para propagar y dar a conocer esta maravillosa técnica sanadora.
Más tarde el escritor Joe Vitale dió a conocer aún más esta técnica a través de su libro " Zero Limits" y también dió a conocer al Dr. Ihaleakela Hew Len quien fue un estudiante de Morrnah Simeona N. y quien ha sido la primera persona que ha documentado los  milagros del Ho'oponopono a nivel de sanación, ya que trabajando en un Hospital Psiquiátrico de Hawai, logró curar con esta técnica a los enfermos allí recluídos.

El Ho'oponopono trabaja con algo denominado el 100 % de responsabilidad, por lo cual cada uno de nosotros somos responsables de lo que nos ocurre y de lo que les ocurre a los demás que de algún modo se relacionan con uno o están en contacto con uno, al sanarnos a nosotros mismos automáticamente se sanan los otros, al limpiar nuestras memorias erróneas se limpian las demás y se purifica esa parte en la que nosotros pudimos haber intervenido creando el problema. No olvidemos que nosotros somos los creadores de nuestra realidad.

Nosotros con nuestros pensamientos creamos el mundo que nos rodea, día a día creamos nuestro mundo, malo o bueno y somos responsables por ello. Sé que suena díficil de asimilar y comprender pero es asi. Hemos escuchado mucho sobre la Ley de la Atracción, y de como atraemos aquellas cosas que pensamos, sean negativas o positivas, por eso hay que tener cuidado con los pensamientos y las palabras que dejamos salir y fluir, porque ellas crean el mundo en el que vamos estando inmersos y nosotros somos responsables por ello.

He aquí frases que bien reflejan lo que les digo:

"Todo lo que llega a tu vida tú lo atraes a ella, es atraído hacia tu vida en virtud de las imágenes que mantienes en tu mente".
"Los pensamientos se vuelven cosas".
"Todo lo que te rodea en tu vida, incluyendo las cosas de las que te quejas, tú lo atrajiste".
"Cuando veas esas cosas negativas que no quieres en tu vida, no hables sobre ello, no pienses sobre ello".
"Decide lo que quieras y concéntrate en ello. Es a través de la atención que pones en lo que quieres que lo atraerás. Ese es el proceso de creación".

Ya Budha lo decía: " Todo lo que somos  es el resultado de lo que hemos pensado en el pasado", por lo tanto nuestros pensamientos crean nuestra realidad, buena o mala y es de los pensamientos que son memorias erróneas de los que debemos aprender a liberarnos, limpiar nuestro subconsciente de ellos, para lo que el Ho'oponopono es una excelente herramienta.

Las palabras mágicas del Ho'oponopono que limpian y purifican son:

Lo siento,
Perdóname,
Te amo
Gracias.

Con estas cuatro palabras tan sencillas y simples estaremos logrando la transformación de todo lo que nos afecta, problemas de todo tipo, de salud, de relaciones, etc...

Para lograrlo nosotros debemos conectar con la fuente divina que todos tenemos, llamase el Niño, Dios, la Divinidad y pedirle que borre esas memorias que están causando el problema o el malestar que sentimos y que nos permita ver la solución perfecta en armonía y paz y a través del amor que todo lo cura y sana. No sólo limpiaremos nuestras memorias negativas sino que estaremos enviando un mensaje al Universo que se encargará de transformar la situación para revertir el mal que haya en ella.

Cuando decimos " Te amo" estamos estableciendo una comunión de amor con todos los seres vivos del Universo, sintiendo su dolor como nuestro, solidarizándonos con su sentir y transmitiendo nuestro amor, recordemos que el amor es la fuerza más poderosa que hay.

Al decir " Lo siento", estás asumiendo tu parte responsabilidad en lo que pudiste haber creado con tus pensamientos, estás arrepentido de ello y purificas o transmutas tu error, lo mismo que decir " Perdóname", al pedir perdón quedamos liberados de la culpa y atraemos la paz, purificando espacios y creando nuevos espacios de luz, y el decir " Gracias" nos ayuda a ser agradecidos con la vida, con el Universo, a agradecer a todos por su amor, comprensión, benevolencia y a que ese agradecimiento se expanda por todos y para todos, es asi como yo percibo estas cuatro palabras  que son tan sanadoras y maravillosas además de traer paz al corazón de quien las pronuncia, puedes decirlas todo el día, pensarlas, escribirlas y notarás los cambios en tu vida. Yo lo hice y lo hago y la verdad es que los beneficios son maravillosos.

Les dejo un abrazo en la luz y que la paz los acompañe,
Dina

sábado, 7 de abril de 2012

Ser benevolentes

He estado un tiempo desconectada de mi guía espiritual, quizá porque he estado ocupada en el mundo material batallando contra el mal. Sí como lo leen, la maldad de las personas que muchas veces nos rodean es capaz de hacer que nos descentremos de nuestra parte espiritual y nos dediquemos a batallar contra esa maldad sobre todo como una necesidad de sobrevivencia.

Sin embargo, nada hacemos descentrandonos por el contrario la lucha contra el mal requiere de estar más centrados y conectados con las fuerzas de luz, que son las únicas que nos pueden ayudar a salir victoriosos de estas batallas. Asi que he vuelto a conectarme con mi guía de luz de quien he recibido el mensaje de la "Benevolencia". Y qué es ser benevolentes?  Es hacer el bien como un acto de voluntad. La palabra benevolencia se deriva de las raíces latinas: "bene" de bien y "volencia" de voluntad. Es hacer el bien a los demás, ejercer la caridad, ser bueno, dar a los demás lo que quisieramos para nosotros mismos, amar a los otros, desearles el bien antes que otra cosa.

La benevolencia tiene que ver con la compasión, el perdón, la fraternidad entre semejantes. El mundo actual necesita de la benevolencia, ya que la maldad se ha propagado de modo vertiginoso. Incluso se plantea la benevolencia como el dar sin esperar  nada a cambio, dar con desprendimiento, aún cuando recibamos respuestas negativas o desagradables al dar. 

Yo comparto la idea de dar sin esperar nada a cambio, la idea de ser benevolentes y perdonar a quien nos hace mal, pero me pregunto hasta dónde el ser benevolentes con los demás puede llegar a que esa benevolencia vaya en contra de nuestra propia estima y sobrevivencia? Eso de poner la otra mejilla después de que hayamos sido abofeteados no lo comparto, porque si dejo que el otro me destruya con su maldad, cómo podré yo en ese estado ayudar a otros y ser benevolente y compasivo con quien necesite de mi benevolencia? 

Y es un tema díficil de llevar, lo sé, porque se supone que debemos ser benevolentes sin reparar en quien sea que reciba nuestra benevolencia ni tampoco en las consecuencias que el ser benevolentes nos traiga con ciertas y determinadas personas. Les pongo el ejemplo del Acoso Escolar, un acosador es también una víctima que ha aprendido a atacar, denigrar, maltratar, ofender, pegar, etc, quizá porque su vida ha sido parecida y es lo que ha aprendido en su casa o en la calle y por eso se convierte a su vez en un acosador y en una persona agresiva, lo mismo puede sucederle en el tiempo a una víctima de acoso, si no es ayudada oportunamente aprenderá a ser también agresivo para sobrevivir.  Debemos ser benevolentes con los que nos ofenden y hacen daño en en sentido de perdonarles, de no querer tomar venganza y de no  desearles mal. Pero no comparto la idea de que la benevolencia que les otorgo se vuelva en contra de mí golpeando de nuevo mi  mejilla. Con esto les quiero decir que perdonar y desear el bien, es cosa realmente de ser benevolentes, pero no de ser tonto. No podemos confundir benevolencia con estupidez.

Quizá algunos no compartan mi opinión, pero en mi lucha contra la maldad he comprendido que si quiero seguir aportando luz, debo cuidar de mi mismo y de mi seguridad personal. La maldad de muchos no comprende la benevolencia, hay tan poca luz en su interior que la oscuridad les ciega sin dejarles apreciar la buena intención de quien ha sido atacado y ofendido, al contrario, al verles benevolentes se aprovechan de ello porque toman la benevolencia como símbolo de debilidad y vuelven a atacarte.

Y es lamentable, pero es la realidad que nos rodea día a día.  Decía Aristóteles en su "Moral a Nicómano", libro noveno, cap. V : "

"Uno se contenta con desear el bien a aquellos que son objeto de nuestra benevolencia, pero sin que por otra parte esté uno dispuesto a hacer nada con ellos, ni a privarse por ellos de cosa alguna." 

Como vemos, ser benevolentes no implica dejarnos destrozar por las personas malvadas que nos desean acabar, podemos desearles el bien, pero no por ello debemos ser sus amigos ni privarnos de cosa alguna por quien no es capaz de entender ni de valorar lo que se le ofrece. Y es que me he puesto a pensar, que estas personas que tienen en su alma tanta maldad a su modo cumplen el aprender una lección de vida, ya que en esta reencarnación deben desarrollar ese rol quizá para completar su evolución, puede que muchos cambien, es posible y se arrepientan, pero otros no. Son almas que debemos ver con compasión ciertamente porque están en un aprendizaje doloroso, doloroso más para ellos como ejecutores de la maldad que para quienes son objeto de ella. Pero debemos estar atentos a los falsos arrepentimientos, ya que se da el caso que almas grises pueden usar el arrepentimiento como un modo de acercarse y causar daño de nuevo. Es lo que vivimos en estos tiempos, terrible? sí, lo es! pero es la realidad.

Yo quisiera escribirles que todos debemos poner la otra mejilla, que debemos ser benevolentes en toda la amplitud del término, que no importa cuánto nos humillen, maltraten, denigren, ofendan, acaben, sino siempre estar ahí dispuestos a recibir más maldad. Pero no puedo decirlo, son hermosas palabras, pero no son útiles ni prácticas en este mundo tan deshumanizado en que vivimos. Les digo que perdonen de corazón, que no piensen en la venganza, que no se llenen de odio, que sean compasivos, es decir deseen el bien  a sus adversarios, enviénles luz y amor con los pensamientos, pero no se dejen acabar por ellos, sean benevolentes con ustedes mismos, deseen el bien para ustedes también,  cómo puedo ser benevolente con los demás cuando no lo soy conmigo mismo?
Se han detenido ustedes a reflexionar sobre esto? 

Platón decía: "No vengarse de un enemigo cuando se halla la ocasión, es una prueba de humildad; más el compadecerse de él cuando ha caído en la adversidad, y prestarle los socorros que pidiere, es señal más grande de benevolencia y generosidad".

Y ciertamente si encuentro a una persona que me ha hecho mucho daño y está en apuros y sólo yo puedo en ese momento prestarle socorro, debo hacerlo, es decir si hay que llevarle a un hospital, llamar a una ambulancia, auxiliarle en modo de salvarle la vida o apoyarle, hay que hacerlo sin dudar un segundo, sin pensar en el daño que te ha hecho, he allí la benevolencia, pero no quiere decir que si una persona que sabes que es mala y que no ha cambiado se acerca a tí con falsas promesas, no debemos caer en su juegos, lo mejor es alejarnos, porque seguro viene con una mala intención a querer dañarte de nuevo, recuerden que estas personas disfrutan haciendo mal. Entonces es allí cuando debo ser benevolente conmigo mismo y resguardarme.

Dice Antonio Machado: "Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin, o conformidad con lo inepto sino voluntad de bien".

Y asi es, no ser tolerantes con lo ruin, con la maldad, con la voluntad de hacer daño del otro, no podemos tolerarlo, podemos y debemos desearle el bien, pero no podemos ni debemos dejar que nos destruyan.

Confiemos en que nuestro planeta pueda convertirse con la gracia de la luz y el amor en un lugar para la benevolencia genuina, para el perdón, la transmutación del mal, donde la fraternidad y el bien entre los hombres sea voluntad de todos.

Que la paz y la luz les acompañen siempre,

Dina

miércoles, 22 de febrero de 2012

Vivir el hoy

Antes que nada desearles a todos los que visitan el blog un año lleno de  buenas energías, paz y amor. 

He tenido algo abandonado el blog, pero desde la muerte de mi padre en septiembre pasado  mis ánimos no han estado precisamente muy buenos, sin embargo este tiempo de ausencia me ha servido para reflexionar, aprender en el silencio y meditar. Ahora estoy de vuelta.

Quisiera platicarles un poco sobre lo que he venido meditando, sobre el "hoy", el presente como diríamos comúnmente.
Qué es el hoy? es el instante del aquí y el ahora, lo que tenemos como momento inmediato, ese instante en que respiramos y somos y sobre todo el instante en que somos conscientemente en el presente.  El futuro no lo conocemos y no podemos anticiparlo.

Es un poco díficil tratar de situarnos en el hoy y dejar atrás el pasado, se habla mucho de cerrar ciclos, puertas, soltar el pasado y dejarle ir. En cierto modo es razonable si nos referimos a soltar y dejar ir episodios de nuestras vidas donde hemos sido infelices, o donde hemos tenido malas experiencias, hemos sufrido, o hemos sentido que la vida no valía la pena, esos sentimientos negativos hay que dejarlos atrás, soltarlos y dejarles ir, porque son un lastre para avanzar en el camino espiritual.

Pero hay otros momentos del pasado que debemos atesorar, son esos momentos donde hemos sido felices, hemos compartido momentos de dicha, hemos aprendido sobre el amor y la vida aunque a veces con dolor, han sido aprendizajes hermosos a pesar de eso, no siempre las lágrimas son negativas, ellas tienen una belleza interior que hace que el momento de tristeza pueda ser un hermoso momento, dependiendo claro de qué tristeza se trate, a veces lloramos por comprender que finalmente hemos logrado el camino correcto, lloramos también de alegría, lloramos porque el llanto es un  modo de decir, "estoy vivo y siento".

Entonces cómo vivir el hoy si tenemos muchos momentos pasados que debemos atesorar?
Muy simple, hacemos que todos esos momentos pasados que son memorias, pasen a ser parte de nuestro presente. Tomemos esos recuerdos y construyamos con ellos instantes del hoy para poder crecer, dar, compartir y ser.

En estos meses desde la muerte de mi padre he tratado de pensar en todas esos momentos maravillos que compartimos y en cómo poder pensar en ellos y recordarlos de modo positivo sin que la tristeza por su ausencia los empañe. Es tratar entonces de transformar en presencia la ausencia, es hacer presente a la persona amada que ya no está,  unirla a nuestro hoy, hacer que su sonrisa sea parte del sol que nos ilumina cada mañana y que sintamos que sigue en el hoy siendo parte de nuestra existencia, la memoria es algo maravilloso porque nos permite almacenar momentos pasados, sólo que debemos hacer de nuestra memoria algo selectivo, sólo deben filtrarse los buenos momentos, los malos, esos olvidarlos o reciclarlos, sacar de ellos lo bueno, los aprendizajes si los hubo y si fueron de utilidad.


"Hoy" es lo que tenemos, el momento de ahora, el momento en que escribo, porque pudiera estar escribiendo una palabra y al instante siguiente haber fallecido, la vida es asi de impredecible y de sorpresiva.
Por eso es que hay que comenzar a poner "al dìa" los afectos, el cariño, el amor, las palabras que no se han dicho y se quieren decir pero no nos atrevemos, borrar los rencores, perdonar, abrir el corazón y recibir, pero sobre todo dar y dar en el hoy, en el aquí y el ahora. "Mañana" pudiera no llegar.


He pensado en un mantra para decir y llenarnos de esa energía del "hoy" que tanto necesitamos rescatar y poner en práctica:


"Abro mi corazón a el "aquí y el ahora", soy en un instante de amor, doy todo lo bueno que hay en mí " .


Y cierro con esta frase de Jean de La Bruyere: 


"Los niños no tienen pasado ni futuro, por eso gozan del presente, cosa que rara vez nos ocurre a nosotros".


Que la paz los acompañe siempre,
Dina