miércoles, 2 de febrero de 2011

Encontrarnos en el silencio

Quisiera reflexionar un poco con ustedes sobre el valor del silencio en nuestras vidas. Qué es el silencio? 
Se dice que el silencio es ausencia de sonido. El silencio es como un gran oasis en el desierto de nuestras vidas, es esa fuente de agua fresca donde podemos encontrarnos con nuestro ser interior, conocernos, saber quiénes somos y quiénes son los demás y lo que significan para nosotros. 

Y eso me recuerda ese capítulo del libro de Robert Fisher, "El Caballero de la armadura oxidada" , cuando el caballero entra al "Castillo del Silencio", buscando el sendero de la verdad, es decir buscando conocerse y encontrarse a sí mismo, y es allí cuando logra escuchar a su propio Yo, que le habla mostrandole su realidad, también escucha a su corazón.

Pareciera que cuando estamos en un sitio muy silencioso, es cuando más ruido pudieramos escuchar, suele suceder que cuando estás en un lugar muy silencioso, cualquier ruido por pequeño que sea suele escucharse más fuerte, como si se amplificara, pero el ruido que más podemos escuchar no es el ruido externo, sino el interno, ese que tenemos dentro de nosotros y que pocas o ninguna vez deseamos escuchar, ese que nos habla de nuestros temores, de nuestras limitaciones, de nuestras virtudes, de nuestros sueños, de nuestras penas, de cómo somos  y de qué carecemos.

En el silencio se medita , se reflexiona, y decimos: "Necesito estar en silencio para pensar", necesitamos sentirnos en silencio para poder oir nuestra voz interior, la de la conciencia.
Y también pasa que para escuchar el silencio debemos estar solos, sin compañia, en nuestra soledad, sin nadie que nos distraiga, asi no nos hable, su sola presencia ya habla, por eso a veces es necesario encerrarnos a solas, sin nadie a nuestro alrededor, en el más puro silencio posible, sólo asi retumbará con fuerza la voz interior de nuestro ser, esa voz que nos guia, que nos enseña y que no es sino la voz del alma, la misma de la conciencia, del Yo Superior.

Vivimos en un mundo demasiado ruidoso, donde la contaminación sónica invade nuestras vidas, estamos acostumbrados a vivir rodeados de sonidos, de voces, de ruidos de la calle, del sonido de la TV, de la radio, de la música, etc...pareciera que nuestra vida no sabe ser sin tanto ruido, necesita el ruido para sobrevivir, cuando por alguna razón permanecemos en silencio, entonces el "ruido" que hace el silencio nos molesta, nos asusta, nos angustia, y encendemos la TV asi no la veamos, sólo escuchar la voz desde la TV nos calma, asi estemos haciendo otras cosas en casa, o es igual encender la radio, y decimos: " Bueno es que asi no me siento tan sola". He leido que cada vez más existen problemas auditivos sobre todo en personas jóvenes, esas que siempre están escuchando música, desde que se despiertan hasta que se acuestan si es que no se duermen escuchando música también, los vemos caminando por las calles con audifonos  escuchando música, o conversando por teléfono móvil, pero siempre usando los oidos. Cuando les vamos a hablar no nos escuchan porque tienen puestos sus audífonos, entonces tenemos que gritarles para que nos presten atención y sólo asi se quitan los audìfonos para saber qué les decimos. No les ha pasado eso?,  a mi sí !!
Y si a ese ruido se une el ruido ambiental entonces es peor aún, nuestro cerebro está bombardeado todo el día por el ruido, y entonces podemos comenzar a sufrir de socioacusia (déficit de audición por contaminación sónica ambiental) y también podemos  sufrir de efectos psicopatológicos que afectarán nuestra salud.

Pero seguimos prefiriendo el ruido al silencio...... el ruido de todo tipo nos ayuda a desconectar de nuestra realidad interior, funciona como vía de escape y de distracción. Nos gusta estar acompañados por lo general, sin generalizar claro, porque sabemos que hay personas que sí gustan del silencio y la soledad  y lo disfrutan.

Entonces, la soledad la relacionamos con el silencio, si estamos en silencio nos sentimos solos, y si nos sentimos solos eso nos produce angustia o temor, pero de qué? de escucharnos a nosotros mismos como es natural.

Al parar el sonido exterior comienza entonces el  sonido interior, comienzan los pensamientos a fluir, a hablarnos en medio de nuestro silencio, sólo los muy avanzados en técnicas de meditación logran controlar la mente y dejarla ausente de todo pensamiento.

Pero.....sabemos que el silencio es necesario en nuestras vidas si deseamos encontrarnos a nosotros mismos, conocernos mejor, pensar en quiénes somos, por qué estamos aquí, hacía dónde vamos, qué quéremos, etc....reflexionar sobre nuestra vida es vital para poder evolucionar,  pero es desde el silencio desde donde podremos encontrarnos con nosotros mismos.

Hay una frase de Tomás Merton que describe ésto muy bien:

"Si penetramos en nuestro propio silencio y tenemos valor para avanzar en la soledad de nuestro corazón, llegaremos hasta la luz, más allá de las palabras y explicaciones." 

Qué bella frase, verdad?  avanzar en la soledad de nuestro corazón, si lo hacemos llegaremos hasta la luz, más allá de las palabras y explicaciones. Lo que me hace entender que hay un silencio interior que es tan claro y puro, y lleno de tanta luz, que no necesita de palabras en pensamiento para ayudarnos a encontrar nuestro " Sendero de la Verdad", el sólo silencio lo hará todo. Preciosa frase y tan llena de sentido espiritual!

Decía un sacerdote jesuíta de nombre Karl Rahner :

"Nos conviene volver al silencio para saborear más la palabra ". 

Al parecer una vez que aprendemos a valorar el silencio, por ende, aprenderemos a valorar más las palabras que escuchemos, porque sonarán distintas, si acostumbramos a nuestro oido al silencio exterior e interior ( no digo todo el tiempo porque sé que vivimos en un mundo sonoro) cuando escuchemos la palabra, será como si ésta tuviera melodía, armonía, me refiero a la palabra como verbo.

Lo más importante de ésta reflexión sobre el silencio, es el encuentro con nosotros mismos, el conocernos y aceptarnos, el aprendizaje para evolucionar como seres de luz, de paz, de amor.

Aprendamos a estar en silencio, a escuchar en silencio también,  escuchar la magia de la voz del silencio, el aire que circula por sus corredores, el ruido de la fuente de agua,  el canto del ave, el vaivén de las olas del mar, el ruido de las hojas al caer, pero sobre todo aprendamos en el silencio a conocernos, a amarnos, a saber que en la soledad del alma, sólo la voz interior puede romper el silencio del corazón.

"El silencio lleva en sí tu voz, como el nido la música de sus pájaros dormidos. Rabindranath Tagore  ".

Que el silencio y la luz sean con ustedes,

Dina  

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